La novela negra es uno de los géneros que más engancha a los lectores y que hacen que queramos leer hasta la última página para descubrir los misterios que se plantean a lo largo de la historia. Aun así, no es una tarea fácil escribir un buen thriller, por lo que hemos recopilado siete consejos que pueden ser de gran ayuda si te estás planteando escribir una novela del género.

1.- Empezar por el final. Puede sonar bastante raro e incoherente, pero al tratarse de una historia que se basa en el misterio y en la investigación puede ser muy interesante plantear que el libro comience en la parte final de la historia, el resultado del crimen, los instantes previos al descubrimiento del culpable…. También es importante tener en mente que el principio y el final de la historia que queremos contar tengan una estrecha relación y que el misterio empiece a plantearse desde las primeras páginas.

2.-El desenlace de la historia debe ser comprendido por el lector a través de las pistas que le vayamos dejando por el camino, no debe revelarse de manera repentina. Las pistas son uno de los elementos más importantes de este género, ya que hacen que el lector acabe sintiéndose parte de la historia que está leyendo y el hecho de que pueda “descubrir” el final con las pistas que se le van dejando es muy placentero.

3.- El antagonista o enemigo puede presentarse pronto, como un personaje más, para que pueda formar parte de la historia desde el principio y así pueda resultar más chocante cuando se descubra su papel, ya que los lectores lo conocerán igual de bien que a los demás personajes que aparezcan en la novela.

4.- La investigación y la intriga son las bases de la novela negra, por lo que tienen que estar presente durante todo el libro y dejar en un segundo plano otras cuestiones, como las relaciones sentimentales que puedan aparecer entre los personajes.

5.- El realismo en los personajes y en la ambientación de la historia debe ser creíble. Para conseguir esa credibilidad, un buen consejo es que los detalles estén bien dosificados. ¿Qué quiere decir eso? No debemos dar demasiados detalles a la vez, es mejor que los vayamos dando a lo largo de la historia, y tampoco debemos quedarnos cortos para que todo se pueda entender bien al final.

6.- Es aconsejable que la historia esté bien estructurada para que todo pueda tener una explicación. El hilo conductor debe ser lógico y siempre tiene que llevar el mismo ritmo. Por ejemplo, si queremos que la historia vaya saltando hacia adelante y hacia atrás para después poder resolver el misterio, debemos empezar con esa retrospectiva desde el principio. Si por el contrario queremos que siga el curso a tiempo “real”, debemos respetar esa estructura. Es vital que al lector le quede claro desde el inicio que tipo estructura estamos utilizando, para no confundirlo.

7.- Los diálogos pueden ser nuestro mejor aliado. Las conversaciones entre los personajes nos pueden ayudar mucho a describir la situación y a dar pistas al lector, igual que pueden ayudarnos a que el lector entienda los lazos de unión y las relaciones personales que pueda haber entre los personajes. Por eso, debemos tener cuidado y crear unos buenos diálogos, sin meter “paja”. Siempre tienen que tener un sentido y ser “útiles” para el desarrollo de la trama.

Si tenemos presentes estos seis consejos podremos escribir una novela negra que mantenga al lector enganchado a la historia que deseamos contar.